Los Santos Niños en la pintura
La cúpula Regina Martyrum, de Goya.
Entre la numerosa iconografía existente
sobre los Santos Niños, en ocasiones salida de manos de artistas muy notables,
resalta por razones obvias la representación de los mártires complutenses que
hizo Goya en la basílica del Pilar de Zaragoza... paradójicamente muy poco
conocida hasta ahora.
Las razones para este semi desconocimiento son
sencillas. En primer lugar se trata de una representación colectiva de
numerosos santos y no de una exclusiva de ninguno de ellos, lo que les resta
protagonismo, y en segundo lugar fue necesaria una profunda restauración
-finalizada en 2007- de las pinturas, muy deterioradas por el paso del tiempo,
para que éstas pudieran recobrar todo su esplendor.
Hagamos un poco de historia. En 1780 el cabildo de la
basílica del Pilar encargó a Francisco Bayeu la decoración de las bóvedas y
cúpulas del templo, ocho en total, que rodean a la capilla de la Virgen, todas
ellas dedicadas a sus diferentes advocaciones como reina celestial.
Quizá por tratarse de una tarea demasiado ardua para
una sola persona, éste decidió compartirla con su hermano Ramón y con su cuñado
Francisco de Goya, que en esos momentos se encontraba sin trabajo dada la
suspensión temporal de encargos de nuevos cartones por parte de la Real Fábrica
de Tapices. A Goya le fueron asignadas dos cúpulas de las cuales tan sólo
llegaría a pintar una, la vecina a la capilla de san Joaquín correspondiente a
la advocación Regina Martyrum.
Sin embargo pronto surgirían los problemas, dado que
las avanzadas ideas pictóricas del autor de la Maja Desnudachocaron
abiertamente con los criterios academicistas del cabildo e incluso con los de
su propio cuñado, supervisor de los trabajos, lo que motivó que no llegara a
pintar la segunda cúpula que le había sido asignada y se marchara de Zaragoza
profundamente frustrado. Hay que tener en cuenta que Goya no había alcanzado
aún la fama de la que disfrutaría años después; aunque llevaba ya tiempo en Madrid
dibujando cartones para tapices, todavía habrían de pasar algunos años hasta
que sus pinceles plasmaran sus obras más importantes, de modo que en ese
momento su cuñado Francisco era mucho más conocido que él.
Desconozco cual era la segunda cúpula que no llegó a
pintar, aunque de ella se acabaría encargando alguno de sus dos cuñados dado
que las siete cúpulas y bóvedas restantes fueron pintadas cuatro por Francisco
y tres por Ramón.
Por fortuna sí concluyó la primera cúpula, lo cual nos
permite disfrutar hoy de una espléndida muestra de su pintura mural. Esta
cúpula, con una superficie total de 212 metros cuadrados, tiene como figura
central a la Virgen rodeada de un numeroso grupo de mártires que la
reverencian. Pintada entre 1780 y 1781, al parecer no se sabe si la elección de
los personajes fue realizada por el cabildo o si fue el propio Goya quien los
seleccionó, ni tampoco los criterios que fueron seguidos para ello aunque en su
mayor parte son, o bien santos conocidos del martirologio cristiano, caso de
san Pedro y san Pablo, san Lorenzo, san Hermenegildo, san Esteban, san
Sebastián, santa Bárbara o santa Catalina, o bien santos aragoneses o muy
venerados en Aragón como san Jorge, san Valero, san Lamberto, santa Engracia,
santa Orosia, las santas Nunilo y Alodia, santo Dominguito del Val o los
Innumerables Mártires de Zaragoza.
Y los Santos Niños... ¿Cuál pudo ser el motivo de su
inclusión cuando, que yo sepa, los mártires complutenses nunca tuvieron culto
en la capital aragonesa? La suposición más probable es la de que se les
incluyera en el cupo de santos “aragoneses” en virtud de su arraigado culto en
Nocito primero y en Huesca después, aunque no existe ningún documento o testimonio
que nos permita corroborar esta hipótesis.
Los Santos Niños, entre santa Catalina y san
Clemente.
Si
imaginamos la proyección de la cúpula como la esfera de un reloj, de manera
que la figura central de la Virgen caiga en la posición inferior central, es
decir, en el lugar correspondiente a las 6, a los Santos Niños les
correspondería aproximadamente la una, casi opuestos a ella. Una vista en
detalle de la porción de la cúpula en la que se encuentran nos permite
apreciar que están rodeados por santa Catalina, a su izquierda, y por el papa
san Clemente, a su derecha. Debajo, entre la santa y los hermanos, aparecen
unos angelitos, y encima de ellos hay tres figuras de santos que no han
podido ser identificadas al carecer de atributos propios.
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Detalle de
los Santos Niños
Los Santos
Niños se presentan de pie sobre algo que pudiera ser tanto una nube como un
saledizo a modo de peana, ataviados con vestimentas romanas y portando en las
manos las tablillas escolares que les son propias. Uno de ellos, al que
podemos identificar con Justo por ser el menor, dirige su mirada hacia santa
Catalina, mientras Pastor, situado tras él mira de frente al espectador.
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