domingo, 23 de octubre de 2016

 Los Santos Niños en la pintura

La cúpula Regina Martyrum, de Goya. 


Entre la numerosa iconografía existente sobre los Santos Niños, en ocasiones salida de manos de artistas muy notables, resalta por razones obvias la representación de los mártires complutenses que hizo Goya en la basílica del Pilar de Zaragoza... paradójicamente muy poco conocida hasta ahora.

Las razones para este semi desconocimiento son sencillas. En primer lugar se trata de una representación colectiva de numerosos santos y no de una exclusiva de ninguno de ellos, lo que les resta protagonismo, y en segundo lugar fue necesaria una profunda restauración -finalizada en 2007- de las pinturas, muy deterioradas por el paso del tiempo, para que éstas pudieran recobrar todo su esplendor.

Hagamos un poco de historia. En 1780 el cabildo de la basílica del Pilar encargó a Francisco Bayeu la decoración de las bóvedas y cúpulas del templo, ocho en total, que rodean a la capilla de la Virgen, todas ellas dedicadas a sus diferentes advocaciones como reina celestial. 

Planta de la basílica del Pilar. El punto rojo indica la ubicación de la cúpula pintada por Goya


Quizá por tratarse de una tarea demasiado ardua para una sola persona, éste decidió compartirla con su hermano Ramón y con su cuñado Francisco de Goya, que en esos momentos se encontraba sin trabajo dada la suspensión temporal de encargos de nuevos cartones por parte de la Real Fábrica de Tapices. A Goya le fueron asignadas dos cúpulas de las cuales tan sólo llegaría a pintar una, la vecina a la capilla de san Joaquín correspondiente a la advocación Regina Martyrum.

Sin embargo pronto surgirían los problemas, dado que las avanzadas ideas pictóricas del autor de la Maja Desnudachocaron abiertamente con los criterios academicistas del cabildo e incluso con los de su propio cuñado, supervisor de los trabajos, lo que motivó que no llegara a pintar la segunda cúpula que le había sido asignada y se marchara de Zaragoza profundamente frustrado. Hay que tener en cuenta que Goya no había alcanzado aún la fama de la que disfrutaría años después; aunque llevaba ya tiempo en Madrid dibujando cartones para tapices, todavía habrían de pasar algunos años hasta que sus pinceles plasmaran sus obras más importantes, de modo que en ese momento su cuñado Francisco era mucho más conocido que él.

Desconozco cual era la segunda cúpula que no llegó a pintar, aunque de ella se acabaría encargando alguno de sus dos cuñados dado que las siete cúpulas y bóvedas restantes fueron pintadas cuatro por Francisco y tres por Ramón.


Vista general de la cúpula Regina Martyrum. Los Santos Niños aparecen arriba, a la derecha

Por fortuna sí concluyó la primera cúpula, lo cual nos permite disfrutar hoy de una espléndida muestra de su pintura mural. Esta cúpula, con una superficie total de 212 metros cuadrados, tiene como figura central a la Virgen rodeada de un numeroso grupo de mártires que la reverencian. Pintada entre 1780 y 1781, al parecer no se sabe si la elección de los personajes fue realizada por el cabildo o si fue el propio Goya quien los seleccionó, ni tampoco los criterios que fueron seguidos para ello aunque en su mayor parte son, o bien santos conocidos del martirologio cristiano, caso de san Pedro y san Pablo, san Lorenzo, san Hermenegildo, san Esteban, san Sebastián, santa Bárbara o santa Catalina, o bien santos aragoneses o muy venerados en Aragón como san Jorge, san Valero, san Lamberto, santa Engracia, santa Orosia, las santas Nunilo y Alodia, santo Dominguito del Val o los Innumerables Mártires de Zaragoza.

Y los Santos Niños... ¿Cuál pudo ser el motivo de su inclusión cuando, que yo sepa, los mártires complutenses nunca tuvieron culto en la capital aragonesa? La suposición más probable es la de que se les incluyera en el cupo de santos “aragoneses” en virtud de su arraigado culto en Nocito primero y en Huesca después, aunque no existe ningún documento o testimonio que nos permita corroborar esta hipótesis.
Los Santos Niños, entre santa Catalina y san Clemente.

Si imaginamos la proyección de la cúpula como la esfera de un reloj, de manera que la figura central de la Virgen caiga en la posición inferior central, es decir, en el lugar correspondiente a las 6, a los Santos Niños les correspondería aproximadamente la una, casi opuestos a ella. Una vista en detalle de la porción de la cúpula en la que se encuentran nos permite apreciar que están rodeados por santa Catalina, a su izquierda, y por el papa san Clemente, a su derecha. Debajo, entre la santa y los hermanos, aparecen unos angelitos, y encima de ellos hay tres figuras de santos que no han podido ser identificadas al carecer de atributos propios.




Detalle de los Santos Niños

Los Santos Niños se presentan de pie sobre algo que pudiera ser tanto una nube como un saledizo a modo de peana, ataviados con vestimentas romanas y portando en las manos las tablillas escolares que les son propias. Uno de ellos, al que podemos identificar con Justo por ser el menor, dirige su mirada hacia santa Catalina, mientras Pastor, situado tras él mira de frente al espectador.

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